Dile a aquellos a quienes la tristeza los sobrepaso: calma tu corazón roto ya que Dios está presente, Dios tiene el poder de alegrar un corazón que llora y perdió toda esperanza; dale las buenas nuevas a los pacientes, aunque tú corazón esté triste, sigue siendo hermoso. Entrega tu dolor a Dios y alégrate con las promesas que Él te hace, promesa firme que no se rompe y no se olvida. En cada amanecer Dios borra lo amargo que hayas visto el día anterior. Señor sana nuestros corazones y haz que cada dolor que hayamos sufrido se convierta en alegría en el Día del Juicio.