La persona creyente es la que tiene el corazón sano, perdona rápidamente, tiene más miedo a ser injusto que a las injusticias que le hagan los demás, ¿por qué lo hacen? Porque la vida no se mueve por el odio y el tiempo no transcurre por el enojo, ni el lugar donde estés se hará más amplio porque sientas rechazo en tu corazón. Si estas triste, si tienes el corazón roto, si sufres injusticias, que eso te haga mejor persona y que tú corazón convierta esa tristeza en energía para cambiar la situación, si sientes estrechez que sean tus modales lo que amplíen tu horizonte.