Quien quiera tranquilidad en su vida, debe llenarla del temor a Dios. Qué bonita es la obra qué haces en secreto, que nadie en los cielos y la tierra la sepa excepto, tú Señor. No puedes contar las veces que Dios te ha salvado de los problemas y dificultades, problemas tan graves que si Dios no te hubiera salvado te habrían destruido. Todo esto porque adoraste a Dios en secreto, porque le obedeciste en privado y sobre todo porque le mostraste temor cuando nadie, sino Él, te veía. Las obras ante Dios se cuentan por el temor, no por la cantidad. Una pequeña obra sincera es más valiosa que una revolución construida en la falsedad. ¿Como eres en privado?, ¿has dejado de hacer algo malo por temor a Dios o al contrario aprovechas la soledad para desobedecer a Dios?