Todo en esta vida es temporal. Cuando todo te salga bien disfruta el momento, pero si en cambio todo se pone difícil, no te desesperes pues todo es temporal, lo bueno y lo malo. La vida no tiene una única cara, habrá momentos buenos y dulces los cuales debemos agradecer y habrá momentos amargos en los que debemos ser pacientes, lo importante es que todo, tanto lo bueno como lo malo está en manos de Dios, ¿por qué preocuparse? Si lo analizas no hay palabras más tranquilizadoras que decir: Dios mío. Acaso no es momento de decir: gracias Señor por todo.