El shaitan, desobedeció a Allah estando en los cielos. Qarun, aunque era sumamente rico era tacaño. Faraón, aunque obligaba a las personas a tratarlo como un dios no pudo dominar al mar y murió ahogado. Las personas pueden ser malas, aunque estén en el mejor lugar; pueden ser soberbias, aunque no tengan nada; pueden ser avaras teniéndolo todo, pueden ser arrogantes siendo que no tienen ningún poder. La culpa no es de la situación ni de la vida, el mal de las personas está en su propio ego, el creyente es humilde, bondadoso, reconoce su debilidad y sabe que no solo es capaz de equivocarse, sino que lo hace continuamente e intenta ser mejor persona. Ese es el musulmán, como lo definió el Profeta, (la paz sea con él): "el musulmán es aquel del que las personas están a salvo de su mano y de su lengua."