Aunque todas las personas despiertan, no todas pueden decir que tienen un nuevo día. Eso es porque el día se renueva con el amor al bien y las cosas buenas, con las súplicas del rezo del amanecer, aquella persona que tiene un nuevo día es la que piensa en sembrar la fe en los corazones de las personas, se preocupa por tener la capacidad de perdonar a todos los que le causen algún daño o dolor, se alegra con lo que se alegran los demás y entristece con lo que hace sufrir a los demás. Para ti y para todas las personas deseo que Dios te de la felicidad donde quiera que estés.