La felicidad no significa que no entristecerás nunca, tampoco que no sufrirás, la felicidad consiste en que te complazcas con aquello que Dios ha decretado para ti, aparte la felicidad es vivir con paciencia, alabando a Dios y sobre todo agradeciéndole. La felicidad no es un sueño lejano, sino que la felicidad es el positivismo y pensar lo mejor de Dios, tener paciencia y no apurarse por los resultados, la felicidad es que vivas bajo la sombra de la fe en Dios, y lo más importante, la felicidad consiste en tener la certeza absoluta de que la mano desnuda que se extiende para pedirle a Su Señor no vuelve a su lugar vacía nunca.