Que hermosos modales tenía nuestro Profeta Muhammad (la paz sea con él), en vez de luchar contra sus enemigos con la espada, lo hacía con su corazón y su nobleza. Hasta el punto que aquellos que lo odiaban lo llegaban a amar profundamente. Cuando Zumama Ibn Uzal vino a matarlo y fue capturado, su primera reacción fue: “¿por qué está amarrado en el sol? ¿Ya fue alimentado?”. ¡Que la paz y las bendiciones sean con nuestro amado Profeta, su familia, compañeros y seguidores!