En ocasiones la soledad se convierte en una adoración a Dios. Huir de las personas y estar a solas con Dios, pensar y meditar en Su Grandeza y en Su creación es semejante a cuando un niño asustado corre a los brazos de su madre buscando protección. Estar a solas con Dios es un descanso para el alma, es un descanso de los rumores de los dimes y diretes, estar acompañado no significa estar con personas. Una persona que toma al Corán como su mejor amigo jamás se sentirá solo, al contrario, sentirá que siempre tendrá un apoyo firme, ¿hay algún problema que no tenga una solución en el Corán? Cuando sientas ese amor por este Libro Sagrado, en vez de tener miedo a la soledad desearás que lleguen esos momentos para estar a solas con tu amigo.