Tú vida es única. Vívela en paz, con calma, aprovechando cada instante de ella, ya que no podrás repetir ningún día, siembra en ellos paz, disfruta de los pequeños detalles que solo te suceden a ti y te hacen único. Comienza cada día como te guste hacerlo, vive tu día con el recuerdo de Dios y verás que ese día se convertirá en un hermoso recuerdo.