Las sonrisas son hermosas y puras, pero más hermoso que eso son las cosas que provocan. Ya que solo producen una de las cosas más sinceras que existen, de las más sutiles y nobles, produce, fe. Si la fe te provoca felicidad entonces la tendrás garantizada para siempre, sin importar la situación. Esa es la verdadera riqueza, ese es el verdadero triunfo.