Cuando termina Ramadán, no significa que las bendiciones del ayuno se hayan ido. Se nos fue el Tarawih, pero el rezo de la noche está presente y las mezquitas siguen abiertas. Se fue el Zakat Al Fitr, pero la caridad está abierta. Ramadán es una escuela, ahora ya sabes todo lo que puedes hacer si te lo propones, el Dios que adoraste en Ramadán es el mismo que sigues adorando, no permitas ser la misma persona que fuiste antes de Ramadán. ¿Acaso Allah no se merece tu adoración y devoción? ¿Hay algo que no te haya dado? ¿Ha sido injusto contigo? Reflexiona, medita y luego actúa.