Que bendición es el mes de Ramadán, nos da la mayor lección de igualdad que puedas aprender, una lección que solo se aprende viviéndola. Una lección donde el rico y el pobre comen a la misma hora, donde el rico y el pobre sienten hambre. Una lección donde se aprende, que lo que Dios te da también te lo puede quitar. Lo más importante es que la persona rica no es aquella que tiene dinero, la verdadera riqueza está en la fe. Solo el temeroso es quien saldrá con los bolsillos llenos de bendiciones durante ese bendito mes.