Considera este nuevo día como un regalo procedente de Tu Señor. Te lo regala para que puedas hacer obras que te acerquen a Él y al Paraíso, piensa un poco en el día de ayer, ¿acaso las preocupaciones que tenías no desaparecieron? Quédate con las lecciones que te dejo y olvida las dificultades, pues ciertamente ya pasaron. Permítele al sol de tu corazón que salga junto al de la mañana.