Para los que fabrican felicidad; para los que abren el camino para los demás; a los que enseñan a los otros donde está la felicidad. Esas personas que siembran amistad y felicidad en los corazones de quienes los rodean. Aquellos que hacen que todos los caminos en los que te los encuentras estén llenos de felicidad, esos son los que hacen del mundo un lugar hermoso, un mundo donde hay amor, paz y tranquilidad. Esos son los que creen en Dios y creen en el Paraíso. Todo en esta vida es pasajero excepto el bien que construyen los creyentes. El creyente no se forma de la nada, sino que se forja. ¿Conoces a un creyente verdadero? ¿Eres un creyente verdadero con estas características?