La noche cubre todo con su oscuridad, las personas descansarán y los ojos dormirán, sin embargo, Dios continuará siendo la luz de los cielos y la tierra, respondiendo las súplicas de quien Le invoca, perdonando a quien se arrepiente, y concediéndole a quien Le suplica. Aunque la noche sea oscura ilumínala con tus oraciones, ¡verás que lo que ocurre será un sentimiento que no es de este mundo!