Abre tus manos a las personas con el bien, con ayuda, con humildad y amor; y la mano de Dios se abrirá para ti con protección, abundancia y con una misericordia tan grande que no serás capaz de comprender.
Abre tus manos a las personas con el bien, con ayuda, con humildad y amor; y la mano de Dios se abrirá para ti con protección, abundancia y con una misericordia tan grande que no serás capaz de comprender.