Qué bueno es que uno sea amable y tenga buenas intenciones con respecto a los demás. Pero hay algo mucho mejor y más importante que eso, y es la capacidad de entender al otro, de pensar lo mejor de las demás personas, a veces le hacemos daño a otras personas porque no los entendemos, ni nos esforzamos en hacerlo. A veces los tratamos con dureza y hasta con injusticia y no es culpa de ellos sino nuestra, por no entenderlos. Sé una persona dócil y escoge tus palabras con mucho cuidado e inteligencia, y sobre todo siempre piensa lo mejor de los demás no solo de ti mismo. Sino logras comprender lo que pasa solo piensa, que debe estar pasando algo que yo desconozco.