Nadie está exento de las habladurías de las personas, las palabras de muchos son capaces de herir profundamente, pero recuerda que los rayos no golpean sino en lo más alto. Las palabras malas son como la tierra, puedes escoger si ponerla sobre ti y enterrarte a ti mismo con ella o colocarla debajo de ti y elevarte sobre ellas. Quien crea que puede estar a salvo de las palabras de las personas está muy equivocado, incluso muchas vendrán de los más cercanos a ti, usa tu habilidad de perdonar y fortalecerte, las lenguas no se callarán, háblale a las personas de buena manera.