Pregúntale a tu corazón constantemente, ¿qué tanto amas esta vida? y compáralo con: ¿qué tanto amas a Allah? No lo respondas con palabras, respóndelo con acciones, ¿te distraes con la Tv y el teléfono o dedicas tu tiempo libre al Corán y al rezo? ¿Lees más las redes sociales o el Corán? Entonces, ¿a quién amas más? Desde hoy abre tu alfombra de rezar, abre tu Corán y abre tu corazón a tu Señor. Deja que tu alma disfrute, deja que tu corazón se alimente y no olvides que, aunque la vida es una sola, la muerte también lo es.