Conócete y estúdiate, ya que no todo lo bueno que dicen sobre ti las personas que te quieren es verdad, y no todo lo malo que dicen sobre ti las personas que no te quieren es mentira. No veas cualquier mal comentario sobre ti cómo un golpe a tu ego y orgullo, ya que te desgastarás y perderás el tiempo que te quede, lo único que harás es fortalecer a tus enemigos. El creyente en Dios es tolerante, olvida lo malo y recuerda lo bueno. No odies a nadie, porque el odio te quita más a ti que a tu enemigo. Si eliges el camino del odio, está vida se convertirá para ti en un campo de batalla donde vivirás en una trinchera encerrado y amargado.