Dios dice en el Corán: "tu Señor no se le escapa nada en la tierra ni en el cielo, ni siquiera algo del peso de un átomo". Haz el bien sin importar el tamaño de la obra, hasta la más pequeña es registrada por Dios. No sabes cual será la obra que te abra las puertas del Paraíso, tal vez sea palabra buena a alguien que la necesite, una sonrisa a quien este deprimido, una palabra de aliento o algo aún más pequeño. No desprecien ninguna buena obra, quizás ante ti es pequeña, pero ante Dios es inmensa. Las buenas obras perduran, la lealtad permanece viva aún después de la muerte. Los que hacen el bien son como las raíces de los árboles, no las ves, pero sostienen todo. Aunque no veamos a nuestro Señor, Él si nos ve y está atento a todo lo que hacemos, no dejes que te vea haciendo lo que te ha prohibido, sino has que te vea obrando bien, aunque lo veas poco ante Él no es así.