Las almas puras no necesitan esforzarse para entrar en los corazones de los demás, eso es, porque no se comunican con palabras sino con acciones, así que no necesitan oídos. El odio y el rencor no están presentes en alguien que sea creyente. El lenguaje de un creyente no son las palabras sino sus modales, todas las personas mueren, pero no todas tienen una vida, cualquier persona puede ser exitosa pero no cualquiera será feliz. Tu felicidad será sin duda proporcional a tu fe. Que Dios te conceda fe y amor a Él y todo lo que Él ama.