Hay días buenos y días malos. Pero solo hay diez días al año que son los mejores ante Dios, en el que las obras se multiplican y la recompensa aumenta considerablemente. Un día bueno para el creyente es el día en el que anda con bien, aunque pierda todo lo mundanal. Y un día malo es en el que desobedece a Allah, aunque haya ganado una fortuna. Y estos días solo es ganancia. Aprovecha que aún quedan varios y no te quedes fuera de algo tan grande como la Misericordia de Dios.