Ramadán es una oportunidad para los que realmente quieren cambiar, es el mejor momento para solucionar problemas, y con la primera persona que debes reconciliarte es contigo mismo, con tu alma. Ramadán te enseña que dentro de ti hay una fuerza que no se detiene con los problemas y no conoce barreras. Pero esta fuerza sólo funciona si quieres que lo haga. Fíjate como las personas como se comportan antes de Ramadán y cuando este bendito mes culmina, fíjate como cambian sus personalidades y son capaces de llenar las mezquitas, ¿no eres tú quien debe cambiar para que lo que está a tu alrededor cambie? ¿O esperas a que la situación cambie para dar tú el cambio necesario?