Los terremotos con su poder nos muestran muchas cosas:
1- La debilidad del ser humano, a pesar de nuestra arrogancia, no somos más que carne y hueso.
2- La grandeza y el poder de Dios, nos recuerda quien tiene poder sobre todas las cosas.
3- Construimos casas y edificios sólidos donde nos sentimos seguros, pero ante el decreto de Dios no hay nada ni nadie que te proteja.
4- ¿Cuánto tiempo se necesita para que lo que se construyó durante años se reduzca a escombros?
Es momento de arrepentirte y de volverte a Dios para que la muerte no te sorprenda cómo nos sorprende un terremoto.
Señor nuestro danos lo bueno de esta vida y lo bueno de la próxima, protégenos del castigo del fuego.