No dejes de preguntar por tus hermanos de vez en cuando, los corazones de las personas cambian, aunque usen sus mejores vestimentas, asegúrese que están bien, que no necesitan algo. Apoya a los que estén en necesidad; los que estén triste, dales firmeza; a quien veas sucio de tierra por los golpes recibidos, ayúdalo a limpiarse y levantarse, recuerda que la mejor ayuda que le puedes dar a alguien es una súplica sincera en secreto. Mantengan los lazos con las personas recuerda que la hermandad es una bendición de Dios.