No dejes de creer que las oportunidades para hacer el bien son muchas, las puertas de la Misericordia están abiertas, el sustento está en manos del Creador y por lo tanto está asegurado. La recompensa está prometida, las bendiciones de Tú Señor son muchas y sobre todo lo que te ha concedido es grande. ¿Acaso, no es la nobleza de Dios perfecta? No dudes, siempre confía en Tu Señor.