Cuando Dios quiere algo para ti te lo concederá de una manera que te sorprenderá, es posible que hagas una obra sincera por Dios y que está impida que, en tu corazón entre la hipocresía, y que esa misma obra Dios la haga pública para que las personas te amen y la tomen de ejemplo. Agradece a Dios que te ha bendecido con el deseo de obrar bien y ha puesto rechazo en ti por las cosas malas, y más aún que ha cubierto tus pecados y los ha perdonado.