Uqba Ibn Amer - que Allah esté complacido con él - narró: "Le regalaron al Profeta ﷺ una camiseta de seda, la vistió y rezó con ella, luego se retiró y se la quitó con desdén, como quien desprecia algo, luego dijo: esto no es propio de la gente piadosa". (Bujari)