Anas narró que un hombre vino al Profeta y le dijo: "deseo participar en la lucha por causa de Dios pero no tengo las condiciones". El Profeta le preguntó: "¿Aún está vivo uno de tus padres?" El hombre respondió: "Sí, mi madre". El Profeta dijo: "pide a Dios que te ayude a hacerle el bien. Y si lo haces, tendrás la recompensa de un peregrino mayor, peregrino menor y de un combatiente por causa de Dios". (Relatado por Abu Ia'la y At-tabarani)