A veces el inclinarse en una noche oscura, puede liberarte de las preocupaciones, acercarte el sustento y que se te conceda una gran recompensa. ¿Cuántas personas que estuvieron desesperadas fueron auxiliadas por Dios y sus problemas desaparecieron? Sus dificultades se transformaron en facilidades, todo por inclinarse ante el Señor de los Mundos, un momento cambia la vida entera, una obra soluciona los problemas. Un siervo sumiso y humilde y un Señor Generoso y Compasivo, ¡la relación perfecta!