La costumbre en la vida es que todo al principio sea difícil, sin embargo, los resultados de lo que se consigue con dificultad borran todos los rastros de cansancio. El intentar las cosas repetidas veces y la perseverancia son las fábricas de los logros, para que estos logros sean buenos debes aprender del pasado, esforzarte en el presente y dejar el futuro en manos de Dios. Tu responsabilidad es luchar, los resultados vienen de Dios, no existe una regla que diga cuantas veces hay que intentar algo para lograrlo. No todo será igual, siempre hay algo que está en constante cambio y ese algo eres tú.