Las personas buenas son como la lluvia, son una misericordia de Dios, no traen sino el bien para todos los corazones. En nuestra vida hay personas que se asemejan a la lluvia con el bien que traen, con su fuerza y hasta con su aroma, ellos hacen florecer en nuestro interior, vida, esperanza y dejan una sonrisa que llena los corazones con esperanza. Cuando la lluvia cae sobre una tierra seca la vivifica y se llena de color. Cuando la lluvia se va deja un olor especial, ¿hay alguien que en tu vida sea como la lluvia?