Siempre escuchamos que debes mirar a tu alrededor para ver las bendiciones que Dios te ha dado, pero no solo debes mirar afuera sino también mirar dentro de ti. Lo que hay en tu cabeza, en tu corazón, hay sueños, metas, esperanzas que desean ser cumplidas. Dios te dio la fuerza y la capacidad de cumplir tus sueños, tiempo, así que aprovéchalo y no dejes ningún sueño morir. No te quedes parado ante puertas que nunca se abrirán para ti, cuando hay miles que esperan a que entres. No tengas miedo al fracaso ya que este es solo un paso más para el éxito, no tengas miedo de intentar, sino que ten miedo de no hacerlo y estancarte.