Aunque las adversidades sean muchas no olvides que lo más importante en la vida de una persona es su relación con Dios, es lo que más debes cuidar. La relación con Dios es tu tesoro más valioso en esta vida, es la fuente de la luz de tus días, cuida tu relación con Dios tanto como cuidas tu propia vida. Con Dios tienes todo, aunque no tengas nada y sin Dios no tienes nada, aunque lo tengas todo.