Si alguien te habla detalladamente de lo imposible, infórmale tú sobre el poder de la súplica y sobre la certeza absoluta de la respuesta de Dios. Si alguien te habla de las pruebas difíciles, háblale también de la súplica y cómo esta destruye hasta las dificultades más grandes. Si alguien te habla de preocupaciones y tristezas entonces habla de aquellos que el primer paso que toman en cada acción es la súplica y menciónale que esas personas están llenas de paz y tranquilidad.