Aishah - que Allah esté complacido con ella - dijo: "Solía dormir frente al Mensajero de Allah ﷺ mientras él rezaba y yo colocaba mis piernas en el lugar donde él se postraba, cuando se iba a postrar arrimaba mis piernas y cuando se levantaba las estiraba de nuevo. Dijo: Y en ese tiempo las casas no tenían lámparas". ( Bujari)