'A-isha -que Dios esté complacido con ella- narró que cuando el Mensajero de Dios -que la Paz y las Bendiciones de Dios sean con él- rezaba, estaba de pie por tanto tiempo que sus tobillos se hinchaban. 'A-isha le dijo: "¡Mensajero de Dios! ¿Te esfuerzas tanto a pesar de que Dios ha perdonado tus pecados anteriores y posteriores?", y le respondió: "¿acaso no debo ser un siervo agradecido?" . (Relatado por Al Bujari)